-La jornada de movilización estuvo marcada por escaramuzas de enfrentamientos, la medida fue acatada con amplio respaldo en la capital cruceña, parcial en Cochabamba y La Paz y en Oruro y Pando pasó desapercibido en Chuquisaca Beni y Tarija también parcial. El Gobierno lo calificó de “fracaso”, mientras que, desde la oposición, el inicio de la resistencia al gobierno del MAS.

Redacción central

Innovapress, 11 oct 2021.- Si hay algo palpable que dejó en evidencia la jornada del paro cívico de opositores fue la marcada polarización política en el territorio nacional, entre el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) y, los otros, algunos sectores aglutinados en el Comité Cívico pro Santa Cruz. El Ejecutivo minimizó la medida, los del frente -en cambio- enarbolaron un éxito.

Los sectores encontrados pretendieron rememorar los hechos luctuosos de los 21 días de resistencia de 2019 al montar, especialmente en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, barricadas de bloqueos que, luego, fueron levantados por incursión de efectivos policiales.

Los cívicos, tras las dos cumbres en Potosí y Santa Cruz concretaron la jornada de movilización que tuvo como principal objetivo, resistir la aprobación de la ley contra la legitimación de ganancias ilícitas, la persecución política, entre ellos Jeanine Áñez, y el autoritarismo del Gobierno del MAS, entre otros.

A medida que fue pasando el día, durante el primer paro que atravesó la gestión de Luis Arce, el tono se fue tornando más violento, unos que pretendían la paralización del aparato productivo y los afines al MAS que enarbolaron la bandera de que “el pueblo quiere trabajo y basta de protestas”.

El presidente Luis Arce en Cobija desacreditó el paro indicando: “No volveremos a los periodos nefastos de nuestra historia, como fue el golpe de Estado de 2019, o como el que pretenden abrir nuevamente unas minorías que solo conciben democracia cuando las mayorías están silenciosas y excluidas de la participación política en nuestro país, eso nunca más volverá a suceder”.

En cambio, desde la acera del frente el presidente de los cívicos cruceños Rómulo Calvo, evaluó como “exitoso”. “Hay que aplaudir al pueblo cruceño que de conciencia hizo el paro y no salió a las calles, no hubo circulación demostrando con sus banderas que está en desacuerdo pidiendo al Gobierno que escuche al pueblo”.

Y fue en la capital oriental donde se sitió con mayor rigor, excepto barrios populares como el Plan 3000, Villa Primero de Mayo, Pampa de la Isla, Los Lotes y algunos otros donde hubo amagues serios de enfrentamientos.

Similar fue el panorama en Cochabamba, donde los más que paralizaron fueron los funcionarios ediles quienes ganaron las calles porque se declaró paro con suspensión de actividades.

Entre tanto, en la sede de Gobierno, hubo algunos sectores bloquearon, especialmente en Miraflores, plaza Uyuni, estadio, Pasoskanki, en la zona Sur, Obrajes, Calacoto y otros.

Al finalizar la jornada el titular de Gobierno, Eduardo del Castillo, lamentó la determinación de paralización de actividades. “Hemos visto que en siete departamentos hubo absoluta normalidad y este es un menaje que está dando el pueblo boliviano que quiere reactivación económica y que el país salga adelante porque ya hay cansancio de los paros, bloqueos y encierros. El pueblo boliviano quiere salir a trabajar y estudiar”.

Afirmó que en Santa Cruz el 95% de las vías estuvieron expeditas y unos 50 puntos de bloqueos entre 10 personas cada uno de ellos, “pero existió plena normalidad”.

Entre tanto, el diputado de Comunidad Ciudadana (CC), José Ormachea, atribuyó que el oficialismo sacó a grupos de choque para agredir. “Quiero denunciar que el MAS sacó grupos de choque como en el pasado, es la misma gente que los satucos de Gustavo Torrico que ha venido a querer agredirnos”.

Alberto Astorga también diputado de CC afirmó que la policía actuó en coordinación con grupos de choque para impedir el accionar de los movilizados, “de hecho me han tomado mi identificación amenazándome que iban a detener yo soy diputado nacional”.

Mientras tanto, el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani, indicó que la medida no tuvo razón de ser ya que el proyecto de Ley 218 se encuentra suspendido sin fecha.

“Ha sido un paro totalmente fallido como se esperaba, nosotros no apostamos por paralizar porque este paro es contra la reactivación económica que estamos trabajando, contra el bolsillo (…). Se ha impuesto la conciencia del pueblo porque ese proyecto de ley ni siquiera está agendado y está suspendido en su tratamiento”, expresó.

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