-Hubo un daño económico de unos Bs 9 millones al Estado. Arturo Murillo fue quien gestionó esa llegada desde Quito – Ecuador en un avión C-130 de la FAB el 16 de noviembre de 2019.
Innovapress, 10 jun 2021.- El abogado Gary Prado Arauz confirmó este jueves que el entonces presidente ecuatoriano Lenín Moreno prestó armamento militar y equipo antimotines a la gestión de su colega boliviana Jeanine Áñez, pertrechos cedidos que no fueron devueltos.
Prado es abogado de dos exfuncionarios del Ministerio de Defensa, un militar retirado y un abogado en ejercicio, que participaron en la adquisición de gases lacrimógenos para la Policía Boliviana, con sobreprecio de 2,3 millones de dólares. Actualmente este caso investiga la Fiscalía como el caso “gases lacrimógenos 1 y 2”.
De acuerdo a Prado, por las declaraciones de sus clientes, Arturo Murillo generó un ambiente de prioridad y necesidad para la adquisición de esos materiales militares de procedencia ecuatoriana y también la compra de los polémicos gases lacrimógenos mismos que fueron autorizados por varios decretos en la gestión de Áñez y su gabinete en pleno.
“Ellos (sus defendidos) cuando ingresan al Ministerio de Defensa tienen reuniones con funcionarios del Ministerio de Defensa que en apariencia de funcionarios diligentes y preocupados por dotarle a la Policía de este armamento imprescindible para reprimir las manifestaciones violentas, conocen que los primeros días de la gestión de la presidenta Jeanine Áñez, el ministro Murillo (Arturo) solicitó de la Fuerza Aérea -por intermedio del Ministerio de Defensa- un avión con destino a Quito-Ecuador para traer un material que se habría prestado al gobierno de Lenín Moreno para uso de la Policía Boliviana”, expresó.
Precisó que el 16 de noviembre de 2019, a cuatro días de la asunción de Jeanine Áñez el avión boliviano, que era un C-130 Hércules fuera a Quito y fue el agregado militar de Bolivia en Ecuador, coronel José Luis Frías Cordero, el encargado de hacer las negociaciones diplomáticas para el aterrizaje de la aeronave.
“Se carga el avión con el material fumígeno y retorna hasta La Paz, se distribuye este material para las Fuerzas Armadas, la Policía Militar y la Policía Boliviana”, agregó Prado.
Añadió que “el compromiso que se tenía con Ecuador, a decir del agregado militar en Quito, era devolver ese material ni bien haga la compra el Ministerio de Defensa de los otros” pertrechos antimotines que son motivo de la actual investigación y del desfalco al Estado.
Dijo desconocer en qué cantidad llegaron esos equipos militares, pero develó que sumaban alrededor de los 9 millones de bolivianos en gases y perdigones y equipos de protección de efectivos.
“Esta era parte de la estrategia corrupta de Arturo Murillo, los funcionarios de su Gobierno de generar una necesidad urgente en el Ministerio de Defensa, en la Presidencia, en el gabinete de este material para la Policía, lo que nadie sabía, cuando se hacen los contratos y cuando se hacen los decretos, es que hubo un interés corrupto y subterráneo para este material”, declaró.
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