– Desde hace dos años la mega estructura dejó de ser utilizada regularmente y se convirtió en un estacionamiento público utilizado por ciudadanos que no residen en la zona.
Carlos Flores
Innovapress, 12 jun 2021.- El puente Libertad, uno de los Trillizos en la sede de Gobierno, ahora es usado como parqueo público de vehículos, no es operable, su cierre respondió al deslizamiento suscitado en mayo de 2019 en Kantutani Bajo, pero ya han pasado más de dos años y no hay instancia, menos de la Alcaldía que reponga esta infraestructura para que cumpla su objetivo, la descongestión vehicular en una caótica urbe saturada peatonal y vehicularmente.
En una inspección y un recorrido realizado por esa infraestructura se evidenció que los vehículos aprovechan la inactividad del puente para apostar y parquear sus motorizados, especialmente entre semana, claro es bienvenido porque no pagan tarifas como se suele cobrar cuadras más arriba, en Sopocachi; por parte de funcionarios municipales.
Los vecinos del sector testimoniaron que, por el abandono, en las noches es un lugar peligroso de transitar a pie.
“En las noches circulan sobre todo jóvenes que están volviendo a sus casas, y está todo vacío. Han puesto dos policías durante el día, pero en la noche quisiéramos una caseta policial, igual en los otros puentes” señaló un vecino.
“Durante la mañana se llena principalmente el carril de subida de autos que se estacionan ahí” indicó una vecina. “En la tarde solo vecinos salen a pasear con sus mascotas y rara vez entra uno que otro auto, pero luego se van y no hay control”, añadió otra transeúnte.
Luego del deslizamiento suscitado en Kantutani el 30 de abril de 2019, el también conocido puente verde de los Trillizos dejó de ser transitado regularmente, afectando al flujo vehicular de los otros dos puentes al perder su conexión con la avenida Libertad.
El ex concejal y actual viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, criticó que la infraestructura haya sido descuidada y llevada al extremo de ser habilitada como un parqueo.
“Es el resultado de esta improvisación y de la falta de planificación que hasta la fecha no se haya rehabilitado el puente Libertad y que hoy esté utilizado solo como un parqueo absolutamente irregular”, lamentó.
El sector de Bajo Llojeta colindante con el puente Libertad es habitado ya hace más de dos años por familias damnificadas del deslizamiento que residen en viviendas temporales.
Hasta 2019, el puente verde tenía vital importancia para conectar la avenida Max Fernández, hacia la ciudad de El Alto; y las zonas Centro, Miraflores y San Antonio a través de los otros dos puentes, Unión y Libertad.
El costo total de los puentes Trillizos fue 19,5 millones de dólares con el financiamiento de la CAF, Banco de Desarrollo. Permitía conectar una ladera a otra (algo más de 643,80 metros lineales) en siete minutos a pie, y en dos a cinco minutos en motorizado.
“Es una pena que tanto dinero invertido haya quedado en esto y este lugar está vacío casi todo el día”, lamentó otro vecino del sector de Bajo LLojeta quien indicó que ya se presentaron varias solicitudes al municipio para rehabilitar la zona y hasta la fecha no dan respuesta.
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