-En carta dirigida de David Choquehuanca, presidente de la Asamblea Legislativa develó serias deficiencias en el manejo del Órgano Electoral. Argumenta que no está dispuesta a ser cómplice de todo este sistema, ni a legitimarlo y perpetuar al partido de Gobierno que controla todos los órganos del Estado.
La Paz, Innovapress, 13 nov 2021.- La vocal Rosario Baptista presentó su renuncia a la vocalía del Tribunal Supremo Electoral (TSE) cargo que desempeñó desde 2019 afirmando que le es “imposible” continuar ejerciendo el puesto en un órgano que “no es independiente ni imparcial”.
“Al ser el Órgano Electoral un ente colegiado en el que las decisiones se toman al menos por mayoría, el cumplimiento de mis obligaciones y deberes hacia la ciudadanía se vieron coartados por una visión cerrada y dogmática, que responde al clima de agresividad que emana del Órgano Legislativo, que se traduce en la falta de diálogo y de una agenda común que responda a los intereses ciudadanos, la negación de una discusión política propia de una democracia, y un accionar más bien sometido a la corriente autoritaria y antidemocrática que gobierna el país, que no reconoce la heterogeneidad de la sociedad boliviana y su representación, y que al igual que el sistema judicial sometido a esos intereses, permite la recurrente violación sistemática de los derechos humanos”, argumenta la carta de la exvocal.
“Es imposible ejercer mis funciones en un Órgano Electoral que no es independiente ni imparcial. No estoy dispuesta a ser cómplice de todo este sistema, ni a legitimarlo”, reveló Baptista este sábado en su red social de Facebook, en el que publicó su carta de renuncia dirigida a David Choquehuanca.
La carta está fechada el 11 de noviembre y empieza recordando que fue elegida el 19 de diciembre de 2019 por un período de 6 años.
En su misiva argumenta que la voluntad ciudadana y la soberanía son “manipuladas no solo a través del resultado electoral, sino (a través) de la información que se brinda a la ciudanía para perpetuar en el poder al partido gobernante, al cual están obligadas a responder todas las autoridades públicas, tal como determina explícitamente su estatuto orgánico recientemente registrado por el TSE” pese a su voto disidente.
Añade que más allá de los comicios de 2019, en el proceso electoral de 2020 “se ignoraron los verdaderos resultados y principios obligados de respeto a los derechos humanos, sometiendo a la ciudadanía a la voluntad de un partido político, que bajo condiciones actuales nunca perderá una elección”.
En su criterio, para “desmontar todo ese sistema”, se necesita un Órgano Electoral “realmente independiente, abierto a la observación y verificación ciudadana y dispuesto a devolver a la ciudadanía el derecho de elegir libremente”.
En la extensa carta, Baptista afirma que “bajo estas condiciones es imposible la tutela de los derechos políticos y de identidad, y menos la preservación de la institucionalidad democrática”.
Denuncia que “el control total de todos los órganos del Estado por el partido gobernante ha dejado la organización de elecciones periódicas como único elemento que genera en la gente la ilusión de que vivimos en una democracia, cuyo desmantelamiento ha dejado el voto como único elemento sobreviviente, pero bajo condiciones legales, técnicas e institucionales que lo convierten en algo nominal, ya que la voluntad ciudadana y la soberanía son manipuladas no solo a través del resultado electoral, sino a través de la información que se brinda a la ciudadanía”.
Hace más de un año, Baptista, denunció y cuestionó ante el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, el resultado del proceso electoral del 18 de octubre del 2020.
Por ello Baptista fue denunciada ante la Sala Plena del TSE por su queja ante la OEA sobre presuntas irregularidades en el padrón electoral de las elecciones generales de octubre de 2020, como la existencia de un bloque alterno en el servidor, aspecto que motivo su suspensión.
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