-El Papa Francisco recordó que la Cuaresma “nos invita a la conversión, a cambiar de mentalidad, para que la verdad y la belleza de nuestra vida no radiquen tanto en el poseer cuanto en el dar, no estén tanto en el acumular cuanto en sembrar el bien y compartir”.
La Paz, Innovapress, 1 mar 2022.- Con el martes de Ch’alla cerraron las fiestas carnavaleras y los feriados de Carnaval y la población se debe preparar ahora para el tiempo de la reflexión y recogimiento espiritual en la Cuaresma, de acuerdo a la Iglesia Católica.
Este periodo de 40 días de reflexión se inicia este miércoles de ceniza con el tiempo de arrepentimiento de los pecados cometidos y penitencia en conmemoración del tiempo que Jesús pasó en el desierto.
Según la Iglesia Católica, la Cuaresma es un tiempo de preparación para la Pascua y también una oportunidad para renovar el sacramento del bautismo.
En su Mensaje para la Cuaresma 2022, el Papa Francisco alentó a “no cansarse” de rezar, de extirpar el mal de nuestra vida y a no dejar de hacer el bien al prójimo con la caridad concreta.
Así escribió el Francisco en su pedido con el tema basado en la exhortación de San Pablo a los Gálatas: “No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos”.
En el texto, el Papa recordó que la Cuaremsa “es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado” y añadió que “la Cuaresma nos invita a la conversión, a cambiar de mentalidad, para que la verdad y la belleza de nuestra vida no radiquen tanto en el poseer cuanto en el dar, no estén tanto en el acumular cuanto en sembrar el bien y compartir”.
Invitó “a responder al don de Dios acogiendo su Palabra viva y eficaz” durante esta Cuaresma porque “la escucha asidua de la Palabra de Dios nos hace madurar una docilidad que nos dispone a acoger su obra en nosotros, que hace fecunda nuestra vida”.
En su mensaje Francisco utilizó la imagen de la agricultura y la siembra para destacar la importancia de la oración, de la paciencia y de la esperanza.
“El ayuno prepara el terreno, la oración riega, la caridad fecunda. Tenemos la certeza en la fe de que ‘si no desfallecemos, a su tiempo cosecharemos; y de que, con el don de la perseverancia, alcanzaremos los bienes prometidos para nuestra salvación y la de los demás”, indicó el Papa.
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