-Participó en el Diálogo Interactivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas por la Madre Tierra. Lamentó que gran parte de los recursos naturales sigan en manos de privadas.
La Paz, Innovapress, 22 abr 2022.- El presidente Luis Arce planteó este viernes la conformación del Grupo Mundial de Amistad y Armonía con la Madre Tierra, instancia que aglutine a todas las naciones del planeta para el cuidado y defensa del medio ambiente en su participación de la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por la Armonía de la Madre Tierra.
La participación respondió a la celebración del Día Internacional de la Madre Tierra que se celebra cada 22 de abril para hacer prevalecer la integración mundial en el cuidado y defensa del medio ambiente.
“El Estado Plurinacional de Bolivia tiene la intención de construir un grupo de amigos de armonía con la naturaleza orientado a preparar propuestas trasformadoras e inclusivas orientada a la acción, solo de esta manera podremos responder a los desafíos de la equidad ecológica”, planteó.
Añadió que de esa forma se viabilizarán las ideas innovadoras que permitan la construcción de una economía para la vida.
Indicó que más del 78% de los bosques están bajo administración de los Estados o bajo tenencia colectiva por parte de pueblos indígenas y comunidades locales, “pero el aprovechamiento de los bosques y de la biodiversidad sigue siendo predominantemente privado”.
Según Arce, a nivel mundial solo el 1% del sector más privilegiado controla el 70% de la tierra agrícola y en Latinoamérica la mitad más pobre de la población accede a solo el 2% de la tierra cultivable “y la tendencia de esas desigualdades es que se sigan profundizando”.
Afirmó que, en consecuencia, la mitad más pobre de la población mundial recibe tan solo el 8,5% del ingreso y acumuló solo el 2% de la riqueza por lo que es imposible asegurar una recuperación sostenible y resiliente después de la pandemia, si el poder económico financiero, político y tecnológico no solo pertenece a solo a algunos Estados, sino que se ha concentrado en unas cuantas personas.
Por ello, sugirió a apuntar a modelos económicos que busquen la justicia social y ecológica y crecer en armonía con la Madre Tierra.
Recordó la experiencia boliviana con la construcción del Modelo Económico Social Comunitario Productivo que conjuga lo económico con lo social y permite sentar las bases de transición hacia la armonía con la Madre Tierra donde los beneficios producidos por los sistemas naturales y la sociedad se redistribuyan para satisfacer de manera equitativa las necesidades de todos, precautelando su capacidad de regeneración.
Planteó un modelo económico mundial que priorice en reconocer el rol de los Estados a participar activamente en los sectores estratégicos, especialmente donde los mercados han fallado, “ya que el mercado capitalista ha demostrado no ser un buen asignador de recursos para dar solución a la pobreza”.
Complementó que los recursos naturales deben ser patrimonio de los pueblos y deben ser administrados en su beneficio.
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