-Fueron inmensamente ‘grandes’ al defender la Verde con pasión, honor y entrega. Son un orgullo, incluso el presidente está de regocijo, lo hicieron humildemente en la Copa América en su categoría en Perú.
Por Herbert Herrera
Lima, Innovapress, 23 may 2022.- La Selección Boliviana de Fútbol de talla baja, fue la gran sorpresa en el torneo de la Copa América de su categoría que se realizó en Perú. Y pese a perder en la semifinal ante el vigente campeón, Paraguay, por 6-0, se ganó el respeto de todos en esa competición por su garra y entrega en la competición que alcanzó un gran nivel.
Este grupo de jugadores que no cobran bonos, ni se alojan en hoteles de cinco estrellas y menos tuvieron las ventajas de entrenamiento que sus similares de otros países, se entregaron al cien por ciento en cada una de sus presentaciones y clasificaron primeros en su grupo con dos victorias y un empate y vencieron en los penales, en los cuartos de final a Marruecos.
La selección de la “verdecita” tuvo que peregrinar hasta pocos días antes de su partida a la sede de competencia, para contar son el apoyo de la Federación Boliviana de Fútbol y el Viceministerio de Deportes, sin embargo, sólo recibieron uniformes y sus pasajes para llegar a la sede de la competencia. El resto de los recursos los recaudaron en kermeses y campañas por redes sociales.
Ahora son el orgullo de muchos, incluso del presidente, Luis Arce, que posteó a través de su cuenta de Twitter sus felicitaciones a la campaña de estos ‘pequeños gigantes’.
Por estos días muchos ponderaron la entrega de este grupo de atletas que a diferencia de los de la Selección Mayor no exigieron primas ni bonos millonarios y menos hicieron promesas, sólo fueron jugaron y ganaron dejando el nombre del país en alto y con la posibilidad de subir al podio como terceros de la competencia.
Junto con el tenista Hugo Dellien, estos futbolistas, este fin de semana que pasó, resaltaron el nombre de Bolivia en las más altas esferas del deporte competitivo con victorias sobre otros atletas y selecciones que gozan del apoyo de sus gobiernos, cuya política se centra en brindar recursos y apoyo al fomento del deporte.
Estos ‘grandes’ no miran al deporte como una fuente de lucro sino como una disciplina que les permite sentirse orgullosos de sus orígenes y de un país que tiene talento humano, trabajo, una gran riqueza cultural y un sinfín de atractivos turísticos.
Estos logros no corresponden a los políticos, menos a las autoridades deportivas de país y peor aún a su ente federativo que los tuvo en total abandono; sino a aquellos que estuvieron junto a ellos y extremaron esfuerzos para llevar una digna presentación a un torneo que demostró ser de muy alto nivel.
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