-Una cadena de hundimientos se registró la semana precedente y la explotación continúa día y noche por encima de la cota 4.400, al margen de la ley. Una inspección corroboró una nueva cadena de hundimientos.
Por Marcelo Padilla
Potosí, Innovapress, 17 jul 2022.- El Cerro Rico de Potosí que dio riqueza por cinco siglos a Europa y América descubierto en 1545 se cae a pedazos y no hay instancia ni institución que pueda frenar, la semana precedente una cadena de hundimientos se registró ante la paciencia impotente y los ojos de los potosinos.
Esto se debe a que los trabajos de extracción minera continúan durante las 24 horas en la zona considerada como prohibida para actividad minera, arriba de la cota 4.400 sobre el nivel del mar.
Los últimos tres hundimientos fueron detectados en la cota 4.500. Las dimensiones de los agujeros son de 40, 30, 20 y 15 metros de diámetro y una profundidad inmensa.
Esos trabajos de explotación, por debajo de la zona prohibida, también “comprometen seriamente” la estabilidad del cerro.
El exministro de Minería, Epifanio Mamani, que preside desde hace años en Potosí la Comisión de Restauración y Rehabilitación del Cerro Rico afirmó que este problema amerita soluciones estructurales.
“Si no se da una solución inmediata podría ocurrir una catástrofe donde podrían fallecer muchos operadores mineros y el cerro que ya tiene una deformación considerable en la cúspide se convertiría en un yacimiento explotado a cielo abierto a partir de la cota 4.400”, advirtió Mamani a France 24 que indagó las consecuencias de la explotación sostenida e ininterrumpida.
Criticó que los mineros provoquen dentro de la montaña la aparición de vacíos horizontales y verticales al sacar los materiales con óxidos de plata que sostienen la morfología del cerro.
Los últimos datos develan que en la cúspide trabajan alrededor de 2.000 mineros y que usan “pequeños cartuchos de dinamita” para derrumbar miles de toneladas de roca.
“Es una extracción que tiene costos mínimos y tiene un alto valor económico. Entonces es un negocio redondo para las cooperativas”, según el exministro que advirtió este peligro.
El ministro de Minería, Ramiro Villavicencio, indicó que se analizó con las cooperativas mineras reubicar a los mineros que trabajan en la cúspide y rellenar con materiales especiales los hundimientos, pero no hay consenso.
Según la autoridad, “si no hay consenso pleno entre las cooperativas para salvar al cerro, será difícil encontrar una solución estructural” al margen que “sus propias vidas corren peligro”.
Confía en que el proyecto puede avanzar a la siguiente tarea, que consistiría en estabilizar el cerro con el relleno de unos materiales resistentes para después reconstruir la forma cónica de la montaña en una labor a largo plazo.
Recientemente, la Comisión de Medio Ambiente, Minería y Forestación del Concejo Municipal de Potosí, presidió una inspección estableciendo que hubo una cadena de hundimientos serios.
«La comisión realizó una inspección al cerro porque desde la ciudad se advierte una franja divisoria de hundimientos. Los hundimientos que se presentaban antes de llegar al relleno han ido fragmentándose en una cadena de hundimientos, lo cual fue corroborado por la misma comisión», indicó Reyna Menacho, secretaria concejal del Legislativo Municipal.
Posteriormente, ascendieron a la cúspide misma del cerro y advirtieron que el área de hundimiento se ha ido ampliando. En ese sentido, elevaron un informe al pleno del Concejo Municipal para que sea de conocimiento de los concejales junto a un video donde se advierte la magnitud de los hundimientos.
En el Cerro Rico trabajan cada día cerca de 20.000 mineros en tres turnos para unas 70 cooperativas.
Desde el 2014, la UNESCO considera a Potosí como Patrimonio Mundial en Peligro por el descontrol de la minería y las autoridades analizan soluciones que son dilatorias y requieren de gastos millonarios que no pagarían las cooperativas.
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