-La mayor parte de las economías recuperaron sus niveles prepandemia, según el organismo internacional. El BM proyectó una inflación en torno al 3,3% para fin de gestión.
La Paz, Innovapress, 4 oct 2022.- El Banco Mundial (BM) en su informe económico de América Latina y el Caribe mejoró su previsión de crecimiento de la economía de Bolivia, inicialmente estimada en 3,9% (en junio pasado) y ahora vislumbró una tasa del 4,1% una de las mayores de la región.
Calcula que el Producto Interno Bruto (PIB) regional crecerá 3,0% en 2022, debido al alza en los precios de las materias primas, de acuerdo con el mismo informe del BM.
Las proyecciones para otros países de la región son de 7,1% en Colombia, 4,2% en Argentina, 2,8% en Ecuador, 2,7% en Perú, 2,5% en Brasil, 1,8% en Chile y -0,3% en Paraguay.
“La mayor parte de las economías recuperaron sus niveles prepandemia, pero esto no es suficiente. Los países de la región tienen la oportunidad de reconstruir mejor luego de la crisis y lograr sociedades más justas e inclusivas”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, citado en una nota institucional.
Además, el BM proyectó una inflación en torno al 3,3% para fin de gestión. Prevé un crecimiento de 2,8% en 2023 y de 2,7% en 2024.
Esa previsión se acerca a la estimación proyectada a inicios de gestión en el Programa Fiscal Financiero (PFF) suscrito entre el Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia (BCB), que prevé un crecimiento de alrededor del 5,1% al cierre de 2022.
El ejecutivo financiero internacional calificó -en una reciente visita al país- de “fascinante” el control de la inflación en Bolivia. “A diferencia de otros países del mundo y de la región, donde se registra un aumento generalizado en los precios de los bienes, alimentos combustibles”, añadió Jaramillo.
Considera que coyunturalmente Bolivia tiene una de las inflaciones más bajas tras superar una inflación en la década de los años 80.
El BM recomienda en su informe que los países deben analizar cuidadosamente sus opciones de gasto público y de política tributaria para favorecer la equidad y evitar potenciales efectos adversos.
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