-Un accidente cerebro vascular ACV fue la causa del deceso aunque ya sufría de meningioma (tumor en el sistema nervioso).
La Paz, Innovapress, 20 ene 2023.- Tras sufrir una situación delicada en su estado de salud que se complicó por un accidente cerebro vascular ACV hemorrágico, a los 88 años falleció a las 10.00 de este viernes el sacerdote jesuita Xavier Albó, destacado antropólogo y lingüista, comunicó la Iglesia Católica.
Estuvo en al refugio católico La Esperanza de la Compañía de Jesús de Cochabamba luego que fuera hospitalizado de emergencia en la clínica Los Ángeles. Se encontraba con estado crítico y con pronóstico reservado,
Hace varios años padecía de un meningioma (tumor primario del sistema nervioso central) en el cerebro del que fue operado en dos oportunidades.
“La Compañía de Jesús en Bolivia desea comunicar que el padre Xavier Albó ha partido a la casa del Dios Padre/Madre y recibe de él abrazo amoroso. Damos gracias por la vida compartida con nuestro compañero”, señala un comunicado de la Iglesia Católica y de los jesuitas de Bolivia.
Xavier Albó, nació en La Garriga (Catalunya, España) el 4 de noviembre 1934, fue uno de los principales investigadores bolivianos y latinoamericanos sobre pueblos y lenguas indígenas.
Destacado por promover la diversidad lingüística y de la educación multilingüe en diversas comunidades indígenas de Bolivia.
En 1951 se hizo miembro de la Compañía de Jesús. Un año después emigró a Bolivia y se nacionalizó ciudadano boliviano.
En 1971 cofundó el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), del que fue el primer director, hasta 1976. Investigador antropólogo en la oficina nacional de CIPCA (La Paz), ha cubierto diferentes cargos internos.
Doctor en Lingüística y Antropología por la universidad de Cornell, Nueva York; licenciado en Teología de la Facultad Borja, Barcelona y de la Loyola University, Chicago. Doctor en Filosofía por la Universidad Católica del Ecuador, Quito. Realizó estudios en Humanidades en Cochabamba y luego en la Universidad Católica del Ecuador, Quito.
En 2016 recibió la máxima distinción del Estado boliviano, el ‘Cóndor de los Andes’, por su permanente dedicación a favor de las comunidades indígenas, así como por su labor emprendida en relación a la democracia y los derechos humanos.
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