-Confesó la forma en que victimó al menor. Conozca la forma en que lo engañó. Llama la atención que este sujeto ya tenía antecedentes por violación y estaba libre.
La Paz, Innovapress, 23 jun 2023.- Ruddy Yáñez Villavicencio (33), ya es interno de Chonchocoro, hizo su ingreso al penal de máxima seguridad a las 17.30 de este viernes en medio de fuertes medidas de seguridad. Deberá cumplir 30 años por la muerte del niño José Andrés suscitado en Santa Fe-Santa Cruz.
Este viernes, pasadas las 12:30, fue trasladado hasta el aeropuerto internacional Viru Viru y de ahí hasta la terminal aérea de El Alto con destino final Chonchocoro.
“Dando cumplimiento a la orden emitida por la autoridad jurisdiccional de Yapacaní, acá en Santa Cruz estamos cumplimiento la orden que determina que la condena del señor Ruddy Yáñez Villavicencio, sea en la cárcel de Chonchocoro, donde será recluido por 30 años por el delito de infanticidio”, ratificó el director de Régimen Penitenciario de Santa Cruz, Mauricio Romero.
Confesión
Yáñez confesó la forma en que victimó a José Andrés llevándolo hasta un lugar alejado y allí lo violó y luego lo asesinó. Narró los detalles de su crimen a la Policía y, después, aceptó someterse a un juicio de procedimiento abreviado, en el que fue condenado a 30 años sin derecho a indulto.
El asesino, fue preso en Palmasola, donde cumplió una detención preventiva por una denuncia de violación. El 24 de julio de 2018 recobró su libertad al pagar una fianza de 5.000 bolivianos. En su contra, además, pesaba otra denuncia por intento de violación contra una menor de edad a la que raptó y llevó a un monte, pero la niña logró escapar.
Según el juez Saúl Vargas, del Tribunal de Sentencia Penal Primero de Buena Vista, Yáñez debió responder a esta demanda presentándose en 2021 y, como no lo hizo, la autoridad jurisdiccional declaró al sospechoso en rebeldía el 8 de noviembre del mismo año.
De acuerdo con Vargas, su despacho emitió el mandamiento de aprehensión el 9 de junio de 2022, siete meses más tarde. No obstante, recién fue entregado a la fiscal Silvia Salazar en noviembre de 2022, cinco meses después.
Al final, la orden de aprehensión nunca se ejecutó y el denunciado llevaba una vida normal al lado de su esposa e hijos en Santa Fe, hasta que volvió a asesinar, esta vez al niño José Andrés.
Lo engañó
Yañez en su declaración ante la Fiscalía confesó que asesinó a José Andrés la mañana del viernes 16 de junio, el mismo día que lo había raptado.
Relató que aquella mañana vio de casualidad al niño, que iba caminando. Aseguró que ni bien se subió a su moto, él decidió que lo violaría.
Una noche anterior estuvo bebiendo en un velorio y, cuando se retiraba a su casa, pasadas las 06:00 del viernes, observó que un niño iba a pie, a unos 200 metros de él; primero pensó en alzarlo, pero se arrepintió al verlo lejos, según su confesión.
Le preguntó a dónde iba y el pequeño le contestó que, al colegio, que caminaba porque no tenía para su pasaje. Él le dijo que podía llevarlo en su moto; el niño, en principio, se negó. Entonces, el hombre le ofreció Bs 20 a cambio de que lo acompañe para hacer un trabajo en su chaco a lo que José Andrés, aceptó.
“El niño sube a mi moto color rojo, sube confiado y cuando íbamos en la moto pensé llevarme al niño al monte para abusar de él”, declaró.
Cuando estaban lejos, en la zona conocida como La Tejería escucharon voces y pasos; entonces, le ordenó echarse y callarse y lo violó. Posteriormente arguyó que lo mató para que no lo delate.
Le tapó la boca y la nariz hasta que se quedó sin aire y dejó de moverse. La autopsia legal señala que la causa de la muerte fue asfixia mecánica.
Tras cometer el crimen, el sujeto buscó dónde esconderlo. Lo llevó cerca de un árbol grande y lo dejó ahí. Luego, se fue a su casa donde alzó una pala y otras herramientas para regresar al lugar del crimen y enterrar el cuerpo.
“Lo maté a ese niño el mismo día viernes 16 de junio de 2023, en la mañana lo maté”, confesó. Desde entonces estuvieron buscando al pequeño. Además, reveló que contó del crimen a su esposa, quien fue imputada por complicidad.
IP/RDC
