Padre de mi corazón, esta hermosa mañana me acerco ante Ti y mirando el cielo mi corazón te exclama: ¡Buenos días Señor! Hoy me doy a Ti porque veo que con cada amanecer me das una razón de ser más hijo tuyo y la posibilidad te tener una nueva luz para tu cielo. Que mi vida en este día sea una forma de evangelizar, como un callejero de fe. Estoy para adorarte y confirmar una vez más que solo Tú eres mi Dios.