- Estuvo junto al vicepresidente, David Choquehuanca, el gobernador Santos Quispe y el alcalde Iván Arias que se juntaron en la Sesión de Honor por la efeméride paceña en Casa Grande del Pueblo.
La Paz, Innovapress, 15 jul 2024.- El presidente Luis Arce afirmó este lunes que a pesar del fallido golpe de Estado del 26 de junio, él se encuentra firme y que continuará trabajando para mantener la estabilidad del país velando por la democracia y los intereses de todos los bolivianos.
El gobernante participó de la Sesión de Honor en la Casa Grande del Pueblo, a la que asistieron el vicepresidente David Choquehuanca, el gobernador Santos Quispe y el alcalde Iván Arias por los 215 años de la gesta libertaria del departamento.
«El 16 de julio de 1809 La Paz se convirtió en el epicentro de la revolución» dijo Arce.
Aseveró que «la Revolución paceña tuvo un impacto profundo que impulsó otras revoluciones».
«Al conmemorar los 2015 años de La Paz nos encontramos ante un contexto mundial desafiante, a pesar de ello, y luego de haber afrontado un golpe militar fallido el pasado 26 de junio, nos mantenemos firmes y seguiremos trabajando para defender la democracia y mantener la estabilidad que con tanto esfuerzo recuperamos», aseveró Arce.
Destacó “el impacto” de varias medidas de su gobierno en la economía paceña, por ejemplo, la incidencia del crédito SIBolivia y el impulso del consumo de productos agrícolas comercializados por la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), entre otras.
Asimismo, anunció la construcción de un centro de alto rendimiento y una escuela de básquet, “la más grande de Bolivia”, obras para las que pidió a alcalde Arias un terreno.
En el ámbito económico, el dato más relevante fue el potencial del campo Mayaya-Centro X1, que cuenta, según develó, con 1,7 TCF (Trillones de pies cúbicos por sus siglas en inglés) y anunció otros proyectos de exploración con una inversión de al menos $us 56 millones.
Subrayó la valentía de los hombres y mujeres que lideraron la revolución en La Paz, destacando nombres emblemáticos como Pedro Domingo Murillo y Vicenta Eguino, cuyos sacrificios instituyeron los valores de libertad y soberanía.
«La revolución del 16 de julio de 1809 no solo fue un acto de valentía, sino un faro de inspiración para toda América Latina», expresó Arce, resaltando el impacto profundo que tuvo en la región, motivando movimientos similares en otras naciones del continente.
«Es nuestro deber honrar la memoria de estos héroes y seguir trabajando por un país más justo y próspero», añadió.
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