Unas 250.000 personas dieron el último adiós a Francisco considerado el ‘papa de los pobres’

  • Se recordó los 12 años de pontificado.
El papa Francisco descansa en paz/ agencias

Ciudad del Vaticano, Innovapress, EFE, 27 abr 2025. – Francisco, el papa de los pobres, recibió este sábado el emotivo adiós de 250.000 personas en la plaza de San Pedro, y de muchas más que se apostaron para ver el cortejo fúnebre por las calles de Roma. El acto también sirvió de inigualable escenario para el acercamiento de Donald Trump con Europa.

El funeral del pontífice, fallecido el lunes a los 88 años, fue una solemne ceremonia en la que se recordó el legado de los doce años de pontificado de Francisco, siempre en apoyo los más desfavorecidos, delante de destacados mandatarios mundiales, desde el presidente de EE.UU. a los de Ucrania, Volodiomir Zelenski; Francia, Emmanuel Macron, o la de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen.

También estaban los jefes de Estado de Argentina, Javier Milei, en primera fila por la nacionalidad del pontífice; el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el ecuatoriano Daniel Noboa, el dominicano Luis Abinader y la hondureña Xiomara Castro, en representación de Latinoamérica, además de los reyes de España, Felipe VI y Letizia.

Emoción y tristeza

Entre una mezcla de emoción, tristeza, respeto y la sensación de vivir un momento histórico, miles de fieles dieron su último adiós este sábado a Francisco al llegar su féretro a la basílica de Santa María la Mayor de Roma, donde fue enterrado tras un masivo funeral.

En medio de un amplio cordón de seguridad y de vallas que cerraban el acceso a la plaza, miles de personas se fueron congregando en su entorno desde primera hora de la mañana para presenciar la llegada del pontífice para su entierro.

Al llegar el cortejo fúnebre al templo con el ataúd de Francisco, los fieles aplaudieron emocionados en unos minutos de máxima solemnidad, mientras personas pobres, sin hogar y refugiados –máximo exponente de los ‘marginados’ a los que apelaba el papa– le recibían en el acceso a la basílica.

“Fue un momento muy emocionante. Él fue un gran papa”, dijo Jeronima Teixeira, una portuguesa que llegó el viernes desde la ciudad de Oporto para estar en primera persona en el funeral, donde lloró de la emoción como tantos otros fieles.

Entierro

Después de la entrada del féretro en Santa María la Mayor, algunos congregados comenzaron a marcharse, pero muchos otros siguieron en la plaza ante la basílica con la certeza de que en su interior se iba a realizar el entierro en privado del papa.

Mientras en la plaza se seguía rezando un rosario que sonaba por los altavoces, Anna –u na italiana de la región de Calabria (sur)– explicaba que había llegado a Roma como peregrina.

“Es un momento de gran conmoción” dijo llorando por el fallecimiento del papa pero contenta por el hecho de que haya tenido lugar en esta multitudinaria despedida pública, con 250.000 personas en la plaza de San Pedro y aledaños y otras 150.000 que le arroparon durante su último viaje por el corazón de la ciudad, que tras atravesar la Vía de los Foros Imperiales bordeó el Coliseo para dejar una imagen histórica.

El papa fue enterrado en una tumba sencilla en Santa María la Mayor, hecha con mármol de la región italiana de Liguria, de dónde eran sus abuelos maternos.

El pontífice muerto el pasado lunes a los 88 años era muy devoto de la imagen mariana ‘Salus Populi Romani’, iba a rezar a menudo ante este icono de la Virgen María y transmitió su expreso deseo de ser enterrado en el templo.

La frase

El papa Francisco se afanó en “construir puentes y no muros”, una frase que repitió a lo largo de su pontificado, recordó en la homilía de su funeral, el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, que destacó la importancia de los migrantes en el pontificado de Francisco, con alusiones a su primer viaje oficial, a la isla de Lampedusa, y también a la misa que celebró en la frontera entre EEUU y México.

Y lo hizo delante de algunos de los adalides mundiales de las políticas ultraderechistas  anti-inmigración, como Trump, el primer ministro húngaro, Viktor Orban; o la jefa del Gobierno italiano, Giorgia Meloni.

Y también recordó que “frente al estallido de tantas guerras en estos años, con horrores inhumanos e innumerables muertos y destrucciones”, el papa Francisco “no ha cesado de alzar su voz implorando la paz e invitando a la sensatez, a la negociación honesta para encontrar posibles soluciones”.

Unas palabras acogidas con una sonora ovación por los presentes en San Pedro y Santa María la Mayor.

La tumba

La tumba sencilla en la que fue enterrado el Papa tiene una única inscripción: FRANCISCUS, su nombre papal, y una reproducción ampliada de su cruz pectoral en plata. Está situada en el tempo Santa María la Mayor y desde este domingo abre sus puertas para los fieles que quieran visitarla.

San Lorenzo

Bajo el lema “Juntos por la Eternidad”, San Lorenzo cumplió con una jornada emotiva este sábado en su encuentro contra Rosario Central que terminó con un agónico triunfo de la visita por 0-1. El homenaje al Papa Francisco en el Estadio Nuevo Gasómetro incluyó una estatua al borde del campo de juego, un parche alusivo en la casaca del local, banderas en todas las tribunas y un emotivo minuto de silencio.

Emotiva jornada en Buenos Aires: Miles de argentinos le dieron el último adiós a Jorge Bergoglio

En paralelo con el multitudinario funeral en el Vaticano, el papa Francisco fue despedido este sábado por miles de argentinos en su Buenos Aires natal, que vivió una jornada cargada de emoción y marcada por vigilias, misas y hasta una procesión por algunos de los lugares que marcaron el camino de Jorge Bergoglio en su tierra.

Las actividades para despedir el pontífice comenzaron en la madrugada, cuando grupos fieles se acercaron a la Catedral de Buenos Aires portando velas que iluminaron la oscuridad de la capital argentina antes del amanecer. Quienes acudieron a primera hora fueron en su mayoría jóvenes pertenecientes a organizaciones políticas, sociales y religiosas, que recordaron el trabajo de Francisco en barrios populares.

Los que llegaron más temprano pudieron visualizar en directo el funeral del pontífice en el Vaticano a través de una pantalla gigante colocada por el Gobierno de la ciudad. Si bien la convocatoria de la madrugada no fue la esperada, y las decenas de jóvenes concentrados frente a la Catedral contrastaban con las 250.000 personas que asistieron al funeral del papa argentino en el Vaticano, con el correr de las horas más y más fieles se fueron acercando a la zona para honrar la memoria de Bergoglio.

“Siento que Francisco, con que hubiera venido solo uno, él iba a estar feliz y él sabía profundamente qué es lo que sentimos”, dijo a EFE Maria Renata Chelinsky. “Francisco en los últimos años se acercó mucho a los jóvenes, fue un gran cambio para la Iglesia al ser no tan ortodoxa, al perdonarnos siempre sabiendo que no somos perfectos”, agregó la joven estudiante, que destacó que el Papa estaba en “el corazón de cada argentino”.

El acto central de la jornada comenzó a las 10:00 hora local (una hora menos en Bolivia) y consistió de una misa exequial por el eterno descanso del pontífice. La misa estuvo encabezada por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, y tuvo lugar a los pies de la Catedral, donde se concentraron varios miles de fieles y destacadas figuras de la política local.

Ante un enorme despliegue de las fuerzas de seguridad, con numerosos cortes de calles en el centro porteño, el Arzobispo pronunció una sentida homilía en la que destacó que “el testimonio de Francisco fue un faro que iluminaba la oscuridad, una voz profética que resonaba ante tanto silencio cómplice”.

“Seamos la Iglesia que siempre nos propuso Francisco, una Iglesia inquieta, que se moviliza, que no se queda arrinconada, seamos cristianos en camino, que no viven su fe encerrados en cuatro paredes”, agregó, en alusión al legado del Papa.

Una vez concluida la misa, que acabó con la entonación del Himno Nacional argentino, los asistentes comenzaron una procesión que pasó por algunos de los lugares más emblemáticos de la vida y obra de Francisco en Buenos Aires. Con enormes banderas y carteles con frases e imágenes del pontífice, miles de personas marcharon desde la Catedral hacia sitios como la Plaza Constitución, donde Bergoglio celebró múltiples misas por los migrantes y desde donde denunció la trata de personas y la esclavitud sexual.

También el recorrido pasó por el Hogar de Cristo San Alberto Hurtado-Hospitalito Masantonio, donde el entonces arzobispo de Buenos Aires lavó los pies de 12 jóvenes con problemas de drogadicción.

La procesión, convocada bajo el título ‘Pacto de amor a Francisco: recorrido por los lugares del dolor’, contó también con la presencia de organizaciones barriales, políticas y sindicales y fijó como última parada la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en la Villa 21-24, donde Francisco impulsó el movimiento de los curas villeros. Pablo Duer y Florencia Pessarini

IP/RDC/Efe

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