-Acusó al exministro de Defensa, Luis Fernando López Julio de ser uno de los principales responsables. Dijo que los paramilitares que mataron al presidente de Haití están también involucrados. Las investigaciones continúan y que se conocen ciertos movimientos en ese afán, incluso a nivel de las FFAA.
Redacción central
La Paz, Innovapress, 18 oct 2021.- El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, denunció este lunes que grupos paramilitares internacionales intentaron matar al entonces candidato y actual presidente de Bolivia, Luis Arce , en una franca acción de magnicidio que aún está en investigación.
“Queda claro que existió un intento de desestabilización mediante un plan para evitar que Luis Arce asuma la Presidencia. No es consecuencia que uno de los detenidos en Haití haya estado en Bolivia días previos a las elecciones y la posesión”, denunció.
La denuncia del ministro se conoce a un año del triunfo electoral del que fuera candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS). Señaló como principal responsable al ex ministro de Defensa Luis Fernando López Julio quien buscó contratar sicarios internacionales para asesinar a Luis Arce el año pasado antes que asuma la Presidencia para quedarse en el poder. Los sicarios se habrían reunido con gente del gobierno de Jeanine Áñez en Santa Cruz e incluso estuvieron en plaza Murillo en La Paz.
“Creemos que la forma de resolver nuestros conflictos no es la violencia y menos trayendo sicarios al interior del Estado Plurinacional y, particularmente, tenemos entendido que, de acuerdo a información que estamos proporcionando, que el señor López Julio tenía por objetivo quedarse con el poder matando a bolivianas y bolivianos contratando sicarios extranjeros”, dijo.
Apuntó que miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía estaban involucrados en el plan de asesinato. El objetivo de reclutar a mercenarios era bloquear, a la fuerza, la toma de posesión de Arce.
Mencionó que una investigación de la revista The Intercept, de Estados Unidos, reveló que Bolivia estuvo al borde de un nuevo golpe de Estado y una invasión armada de mercenarios estadounidenses tras la victoria electoral de Arce.
“Las llamadas telefónicas y los correos electrónicos filtrados en donde se discute el despliegue masivo de mercenarios durante las elecciones revelan que Bolivia pudo haber visto un nuevo derramamiento de sangre en 2020”, según el medio norteamericano The Intercept.
De esa forma, Del Castillo hizo escuchar audios, mostró modelos de contratos y correos electrónicos interceptados que atribuyen al exministro de Defensa de Jeanine Áñez, Luis Fernando López, con el plan de desestabilización.
“Estas personas se encontraban en territorio nacional, se gestaba un plan desestabilizador para impedir que Luis Arce asuma el poder, estaban dos días antes de la asunción de mandato y se retiraron dos días después”, expresó.
Indicó que en esas grabaciones se oye a López, J.E.P., detenido en 2018, que estuvo en el penal de Palmasola, ahora en Chonchocoro, y a Luis Suárez, denominado ‘ciber rambo’, quien realizó trabajos para la administración Áñez.
Nombró a Germán Alejandro Ribera García, excapitán colombiano detenido en Haití, y Arcángel Pretel Ortiz, vinculado con la muerte de Moïse, pero también a Antonio Intriago, Ronald Salamandra y Enrique Galindo Arias, que ingresaron al país desde Miami (Estados Unidos) y Colombia, vía Viru Viru (Santa Cruz), entre el 16 y el 19 de octubre de 2020.
Del Castillo aseguró que el rango de pago para los paramilitares oscilaba por los 125.000 dólares, más bonificaciones.
“Concluyo esta conferencia de prensa, diciéndoles: quienes ya saben lo que están haciendo o que intentaron hacer, que sabemos lo que están intentando hacer ahora y lo que pretenden hacer en los próximos días. Lo único que pedimos e instamos es que dejen de hacer esas arremetidas que están planificando hace bastantes meses. No sólo somos el Movimiento Al Socialismo, somos el Gobierno de todos los bolivianos y haremos todos los esfuerzos y no extremaremos ningún centímetro de medir nuestras fuerzas para mantener en orden y la vida de todos y cada uno de los bolivianos”, advirtió.
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