David Choquehuanca pide no dar lugar al culto a la personalidad y dar paso a nuevos liderazgos

  • Eso es lo que quiere el líder autoritario, quiere descerebrar, paralizar el pensamiento del pueblo, quiere que todos repitan sus imposiciones, persigue y encarcela la libertad de pensamiento.
David Choquehuanca, vicepresidente de Bolivia/ agencias

La Paz, Innovapress, 10 ene 2024.- El vicepresidente David Choquehuanca pidió este miércoles no dar culto a la personalidad y dar paso a los nuevos liderazgos en la conducción de las organizaciones sociales porque es un daño que le hace mucho daño a una fiel y legítima representación.

“Hemos escuchado que nuestras hermanas están cansadas de la división, están cansadas de la confrontación entre nosotros los bolivianos, porque saben que el único ganador de la división, de la confrontación, es la pobreza. Por eso las hermanas Bartolinas han convocado a todos nosotros a construir unidad; (pero) hoy día, en algunos líderes políticos, prevalece el culto a la personalidad”, afirmó el segundo mandatario.

Durante el acto central por el 44 aniversario de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”, en La Paz, Choquehuanca agregó que el culto a la personalidad es la renuncia al respeto mutuo.

“Cuando existe el culto a la personalidad, prevalece la imposición de lo que el líder piensa; (es decir) cuando existe el culto a la personalidad todos tienen que pensar como le conviene al líder. Dicen que ‘donde todos piensan igual, nadie piensa’ y eso es lo que quiere el líder autoritario, quiere descerebrar, paralizar el pensamiento del pueblo, quiere que todos repitan sus imposiciones, persigue y encarcela la libertad de pensamiento”, notó.

De acuerdo con Choquehuanca, “algunos fanáticos no comprenden nada” y solo se constituyen en “carne de cañón” acatando órdenes sin pensar.

Meditó que esos “fanáticos” renuncian de manera voluntaria a su poder de pensamiento, otorgando aquello a su caudillo que, en su criterio, “es un fenómeno practicado en la Alemania nazi y la Rusia estalinista”.

Sin embargo, “nuestra patria exige hombres y mujeres que piensen, (…) necesitamos estimular la libertad de pensamiento, no queremos descerebrar a nuestro pueblo, yo no puedo pensar por la hermana o el hermano, yo tengo que respetar lo que piensan, y recoger lo que nuestro pueblo piensa”.  

Además, -dijo- que el tiempo de hacer maltad, de hacer el sabotaje, la calumnia, el desprestigio, la difamación, el racismo, el machismo y “de dañarnos entre nosotros”, tiene que terminar.

Si dirigirse a nadie en particular enfatizó que “en el pasado reciente, algunos líderes, por la codicia y por la ambición de poder, han tenido confrontado a nuestro país, han tenido convulsionado a nuestro país y (lo) han polarizado”.

IP/RDC

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