- Presumían que estaba asesinado. Narró que estuvo andando por la frontera con Chile. Por este caso, tres militares fueron a detención preventiva (dos oficiales y un soldado).
La Paz, Innovapress, 14 feb 2024.- El conscripto, Marcelo Cota, de 22 años, apareció con vida luego de que se lo declarara desaparecido desde el pasado 10 de enero y de quien, incluso, las autoridades presumían que habría sido asesinado. Fue encontrado el lunes 12 de febrero con signos de desnutrición.
La noticia fue dada a conocer por el abogado, Boris Delgado, quien declaró que luego de consumir bebidas alcohólicas fue golpeado por sus compañeros y abandonado en un cerro aledaño a la zona fronteriza con Chile.
Salió del puesto militar La Queca, ubicado en la línea fronteriza entre el departamento de Potosí y Oruro aquel 10 de enero pasadas las 23.00.
Según el jurista, el soldado caminó por la zona desértica durante varios días al no encontrar ningún pueblo cercano al lugar. “Buscó algunos pozos de agua y al no encontrarlos terminó consumiendo su propio orín”.
Marcelo Cota desapareció el 9 de enero y fue reportado como desaparecido el 15 de ese mes, al no conocer su paradero, las autoridades abrieron una investigación por el presunto delito de asesinato, enviando a tres militares a detención preventiva (dos oficiales y un soldado).
Testimonio
El conscripto contó a Cadena A que fue golpeado y que después despertó “en un lugar desierto de un cerro, todo quemado por el sol”.
“Estaba de uniforme, (pero al despertar) me veo y ya estaba de civil. No había casas ni nada, todo era serranía, mi ropa estaba sucia como si me hubieran arrastrado (…), no tenía memoria, estaba perdido, me levanté, no sabía dónde estaba y empecé a bajar de ese cerro donde estaba botado sin rumbo, asustado y aturdido”, relató.
Durante su marcha “sin rumbo” empezó a tener mucha sed y como no encontraba agua en ningún lado, tuvo que tomar su propio orín.
“He tenido que tomar mi propio orín, la sed era demasiada, no podía aguantar; (también) tenía hambre y tuve que, como los animales, comer pasto para sobrevivir. Hubo un momento en que paré, descansé, estaba cansado, ya no tenía fuerzas, estaba por desmayarme y al sentarme sentí un dolor detrás de mi columna, (entonces) me volví a parar y seguí caminando por varios días hasta encontrar alguna casa o un pueblo”, narró.
IP/RDC