La CIDH condena el intento de golpe de Estado en Bolivia

  • El pronunciamiento surge a una semana de los acontecimientos y en medio del debate sobre si lo suscitado fue un ‘intento de golpe’ o un ‘autogolpe’ preparado por el gobierno de Luis Arce.
La plaza Murillo el 26 de junio/ agencias

La Paz, Innovapress, 3 jul 2024.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó este miércoles la insurrección militar del 26 de junio en plaza Murillo lo que denominó “intento de golpe de Estado por parte del Ejército de Bolivia”.

El pronunciamiento surge a una semana de los sucesos y en medio del debate sobre si lo ocurrido fue un “intento de golpe” o un “autogolpe” preparado por la administración de Luis Arce.

De acuerdo con la CIDH, “un sector del Ejército de Bolivia movilizó vehículos militares y ocupó espacios públicos en La Paz, específicamente, en la Plaza Murillo” con el objetico de “derribar al gobierno democráticamente electo e instalar un nuevo gabinete”. “En este contexto, un tanque derribó la puerta del Palacio Quemado, sede del Órgano Ejecutivo”, agregó.

Destacó el rechazo de la comunidad internacional a la insubordinación militar y la reacción de actores gubernamentales y sociales que anunciaron movilizaciones en contra de la insurrección militar.   

El organismo también llamó al “inmediato e irrestricto respeto de la institucionalidad democrática, al mantenimiento del orden constitucional y a la protección de los derechos humanos”.

La Comisión Interamericana observa que las acciones provenientes de un sector de las Fuerzas Armadas atentaron contra los principios democráticos reconocidos constitucionalmente por el Estado Plurinacional de Bolivia.

El organismo argumentó que, conforme a la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, la democracia es una condición indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región.

En este contexto, es fundamental el respeto a los derechos humanos, el ejercicio del poder con sujeción al Estado de derecho y la subordinación de todas las instituciones públicas, incluyendo el Ejército, a la autoridad civil legalmente constituida.

En una sociedad democrática, las Fuerzas Armadas tienen como misión fundamental defender y conservar la independencia, seguridad y estabilidad del Estado, preservando la democracia y la vigencia de los derechos humanos.

Finalmente, la CIDH recuerda que, en contextos de crisis institucionales en Bolivia, se han producido serias violaciones de derechos humanos que han afectado, en particular, a los pueblos indígenas originarios campesinos y a otros grupos en especial situación de vulnerabilidad.

IP/RDC

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