- El país sigue los pasos a una ‘estanflación’. La crisis es estructural con un gasto público extremado y poder adquisitivo menor, es decir, que la moneda ya no vale lo mismo que hace años.
La Paz, Innovapress, 16 dic 2024.- Debajo de Argentina y Venezuela, Bolivia cierra el año con la tercera economía más inflacionaria de América Latina con un índice inflacionario acumulado de 8,82% lo que refleja que el costo de vida se ha incrementado y se ve reflejado en los centros de abasto.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), en noviembre la inflación mensual llegó a 1,45%, el acumulado a 11 meses a 8,82% y una interanual de 9,51%, lo que ubica al país solo por debajo de Argentina y Venezuela.
Al respecto, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero, dijo que Bolivia ha quedado en los registros como “la economía que tenía la inflación más baja de la región, según el Gobierno, a una presente con altos precios, menos poder adquisitivo y con una tendencia riesgosa”, a corto plazo, de una “estanflación”.
“Haciendo un breve ranking de la región, la medalla de oro sigue en manos de Argentina que tiene una inflación anual de 166% y una acumulada de 112% en lo que va el año. En segundo lugar, está Venezuela con una inflación acumulada de 60% y la interanual del 67%. Bolivia tiene una inflación acumulada del 8,82% y una interanual de 9,51%”, precisó el especialista.
La diferencia de Bolivia con las otras economías de la región, donde el 81% de los países seleccionados en noviembre 2024 tuvieron una inflación mensual por debajo del 1%, y otros países como Ecuador (-0,3%), El Salvador (-0,1%) y Guatemala (-0,17%) reflejaron cifras negativas, añadió.
Asimismo, resaltó que Argentina muestra una tendencia a la desaceleración en los precios al consumidor, ya que a noviembre presenta un IPC (Índice de Precios al Consumidor) de 2,40%, el más bajo desde julio de 2020. En cambio, Venezuela tiene tendencia a elevar su inflación debido a la “devaluación progresiva de su moneda y las antiguas distorsiones del mercado cambiario”.
Respecto a la situación de Bolivia, consideró que los precios altos y el menor poder adquisitivo muestran una tendencia riesgosa a corto plazo de una “estanflación”.
“Si bien nuestras cifras inflacionarias están lejanas en términos acumulados e interanuales con Argentina y Venezuela, en noviembre, estuvimos apenas con una diferencia de menos de 1 punto porcentual (0,95%) de la inflación mensual registrada en Argentina (2,40%)”, remató.
“Es evidente que la inflación de Bolivia ha tomado una gran distancia del resto de los países de Latinoamérica y que posiblemente este 2024 cierre con una inflación galopante de al menos del 10%”.
Indicó que el proceso inflacionario en Bolivia no es casual ni coyuntural, sino estructural. Y aclaró que a medida que fue cayendo el ingreso de divisas por la baja en la producción y exportación de hidrocarburos, el país mantuvo un gasto público elevado, “más del 10% del PIB (Producto Interno Bruto)”.
“Las perspectivas inflacionarias en Bolivia a corto plazo no son alentadoras, se ha superado ampliamente la inflación del 2023 (2,12%) y la meta gubernamental para el 2024 (3,6%). Inclusive el PGE 2025 ha proyectado una inflación del 7,5% anual, lo cual ratifica que el Gobierno espera que el otro año sea aún inflacionario”.
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IP/RDC