- Se abrió la investigación por el percance del lunes en el Jorge Wilstermann de Cochabamba. Ronald Casso descarga y dice que el motor recibió el mantenimiento en julio de 2024.
Cochabamba, Innovapress, 28 ene 2025.- El vuelo OB 648 con destino de Cochabamba a Viru Viru de la aeronave CP-2923 de Boliviana de Aviación (BoA) tipo B-737 pudo ser catastrófico si acaso despegaba, más bien, pudo frenar cuando emprendía a una velocidad de más de 200 kilómetros por hora sobre la pista 32 del aeropuerto Jorge Wilstermann.
Este extremo fue admitido por el gerente general de BoA, Ronald Casso, quien defendió a la aerolínea estatal indicando que los técnicos de la compañía tienen más de 35 y 40 años de experiencia.
Sin embargo, y pese a los esfuerzos de su ejecutivo por descargar responsabilidades, ya son innumerables las irregularidades en los que la estatal incurre, no cumple con los itinerarios y en varias ocasiones sus aeronaves tuvieron que retornar a plataforma y lo que es peor, está en riesgo la seguridad de los pasajeros.
La empresa, en la voz de Casso, admite que hay ciertas temporadas altas como en fin de año lo que provoca los retrasos de los itinerarios, pero sobre la seguridad aérea, no se da ninguna certeza. ¿Se espera acaso un siniestro?
Explicación del incidente
Casso admitió el percance indicando que se abrió la investigación. “Es evidente, hemos tenido esa falla de esa turbina, pero determinar la falla exacta de ese motor nos va a llevar un tiempo porque exige una serie de peritajes que se harán en el exterior”.
Según el ejecutivo, para ese peritaje no existe un tiempo determinado, pero participarán el fabricante. “Tendremos que enviar a un taller que haga el peritaje”.
Casso especificó que fue una falla del motor en despegue, “pero el motor recibió todos los mantenimientos que están establecidos en todos los procesos de mantenimiento, ha sido instalado en julio del año pasado este avión y tenía poco más de 4.100 ciclos remantes que significa que podría todavía hacer 4.100 vuelos más, por tanto, no teníamos ningún indicio de mayor desgaste o de alguna falla”.
“Al ocurrir el evento nos obliga a un examen mucho más detallado”, agregó Casso al defender las condiciones de operabilidad de la aerolínea.
“Lo que tenemos son problemas con la puntualidad en diciembre por la temporada alta que nos ha complicado bastante en varios aspectos y nos ha obligado a hacer ajustes”.
“La seguridad está en primer lugar y en casos como este nos obliga a revisar todos nuestros procesos, nuestras formas de operar, nuestros aviones y también todos los mecanismos y eso es lo que estamos haciendo en este momento”, insistió.
Apuntó que en BoA trabajan unos 1.800 trabajadores “que dan al máximo, tenemos mecánicos de 35, 40 años de experiencia y merecen todo el respeto”.
DGAC y Naabol
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) anunció una investigación sobre el incidente de BoA en Cochabamba.
“En el marco de la Ley Aeronáutica Civil N° 2902 y la Reglamentación Aeronáutica Boliviana RAB 830, la Unidad de Investigación y Prevención de Accidentes e Incidentes (AIG) inició el proceso de investigación para identificar las causas probables del evento”, anota un comunicado de la DGAC.
Por su parte, el jefe de Servicios de Transporte de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), Gabriel Castillo, indicó que realizarán el seguimiento del caso y las investigaciones para verificar o descartar “alguna vulneración al derecho de la información en contra de los usuarios”.
Recordó que “el último caso de relevancia, que hemos reportado, es del incidente en noviembre en Viru Viru, que ha sido ocasionado por vuelo de carga que ha ocasionado el cierre de pista por un tiempo prolongado”.
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IP/RDC
