- Desde 2018.

La Paz, Innovapress, EFE, 8 abr 2025.- Desde la creación en 2018 del viceministerio y el comando operacional especializado en la lucha contra el contrabando en Bolivia, 18 militares murieron y otros 176 resultaron heridos al cumplir estas tareas en el país, informó este martes el Gobierno boliviano.
Desde ese año, además de las muertes y el número de uniformados heridos, ocho más quedaron incapacitados en el cumplimiento de las acciones contra el flagelo, detalló el viceministro de Lucha contra el Contrabando, Luis Amílcar Velásquez, según un comunicado de prensa difundido por el Ministerio de Defensa, del que depende esa entidad.
El citado viceministerio fue creado en abril de 2018 mediante un decreto, con la misión de elaborar y poner en marcha las políticas y acciones de lucha contra el contrabando junto a entidades como las Fuerzas Armadas, la Policía y la Aduana Nacional.
El mismo año se creó el llamado Comando Estratégico Operacional de Lucha contra el Contrabando (CEO), después de que dos militares fueran asesinados en una emboscada de contrabandistas de vehículos.
El jefe del CEO, Félix Gutiérrez, precisó por su parte que en el primer trimestre de 2025 el comando realizó 1.555 operaciones mediante 650 puestos de control fijo y otros 400 puestos móviles, además de llevar adelante 100 traslados de vehículos y 278 decomisos.
El Ministerio de Defensa informó que este comando está desplegado «en toda la línea de frontera» de Bolivia para cumplir a diario operaciones contra el contrabando.
La unidad está organizada en cinco fuerzas de tarea conjunta compuestas por militares del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada boliviana, añadió.
Actualmente unos 400 militares se especializan en el municipio de Viacha, en el altiplano de La Paz, para realizar operativos de «interdicción» contra el contrabando en las fronteras, según la misma fuente.
En los tres primeros meses de este año, las acciones contra el contrabando permitieron una afectación de unos 30,3 millones de bolivianos (unos 4,3 millones de dólares) a esas actividades ilícitas, según datos oficiales.
Las autoridades bolivianas identificaron que en la frontera con Chile, de 850 kilómetros de longitud, existe más de un centenar de rutas clandestinas que son utilizadas por los contrabandistas.
Otro punto conflictivo es el lago Titicaca, compartido por Perú y Bolivia, considerada como un área de tránsito del contrabando de difícil control.
El Gobierno puso énfasis en los controles para evitar la salida ilícita hacia países vecinos de combustibles como gasolina y diésel, que tienen subvención estatal y que se venden a un precio mayor en el exterior, y también de alimentos.
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IP/RDC/Efe