La CNI celebra 90 años de vida con el reto de aumentar el coeficiente de industrialización del 16 al 25% al 2030

-El rubro empresarial industrial en Bolivia se constituyó en el motor del desarrollo productivo nacional. Nació en 1931 con el nombre de Sociedad de Fomento Industrial.

Ibo Blazicevic y el Directorio de la CNI reelecto en 2019/ Foto: CNI

Innovapress, 25 feb 2021.- La Cámara Nacional de Industrias (CNI) celebra este 28 de febrero sus 90 años de vida con el reto y desafío de saltar hasta el 2030 su coeficiente de industrialización del 16 al 25 por ciento, informó su reelecto presidente Ibo Blazicevic.

“Desde la CNI consideramos que el futuro de la industria de Bolivia está en realizar el salto cualitativo del actual coeficiente de industrialización del 16 al 25%, por lo menos hacia 2030, y transitar hacia la industria 4.0 que fortalezca la productividad las cadenas de valor local, la inserción internacional con productos de alto valor agregado y además que lleve el sello hecho en Bolivia”, enfatizó.

Recordó que la CNI nació el 28 de febrero de 1931, con el nombre de Sociedad de Fomento Industrial. Su fundación se realizó en un contexto de escasez de divisas para realizar importaciones de bienes finales manufactureros y en el umbral de la Guerra del Chaco.

Fueron 39 pioneros industriales, a la cabeza de Hugo Ernst, quienes fundaron lo que hoy es la Cámara Nacional de Industrias con el sueño de industrializar Bolivia.

Empresas industriales importantes entonces como la Cervecería Boliviana Nacional, Fábrica de Tejidos Said y Yarur, Fábrica de Casimires Forno, Lanificio Boliviano de Domingo Soligno, Fábrica de Alcoholes de Shuet (actual Industrias Venado), Fábrica de Estuco de Simón F. Bedoya, Fábrica Alemana de Salchichas de Jorge Stege (actual Industrias Stege), Fábrica de Camisas La Modelo, Fábrica de Cerámica de Arturo Posnansky, Fábrica de Sodas de Dante Salvietti, Maestranza Volcán, Sociedad Boliviana de Cemento, Compañía Boliviana Molinera, Bolivian Power Limited (actual Cobee) y otras fundaron la CNI.

“A lo largo de los 90 años de vida, la Cámara Nacional de Industrias ha contribuido con profundo trabajo al desarrollo de Bolivia y fue protagonista de relevantes hitos de la historia del país. La industria en su prolífica historia, tanto el periodo de expansión como de crisis, le puso el hombro al país y hoy ratifica su rol de ser el motor del desarrollo nacional”, afirmó Blazicevic en el acto de celebración.

Con el impulso del Plan Bohan en la década del 40 y el Plan Eder en la década de los 50, los cuales en sus acápites de industrialización se estructuraron sobre las propuestas de Política Industrial de la CNI.

Bolivia experimentó un proceso de expansión del PIB industrial en la década del 70. En 1978, el coeficiente de industrialización alcanzó a 20,1%, el mayor de los últimos 70 años.

Recordó que las industrias del sector textil boliviano registraron una tendencia declinante en un contexto de liberalización de la economía iniciada en 1985. La apertura económica generó un incremento de las importaciones de bienes industriales textiles inicialmente de los países vecinos y posteriormente del Asia, con la apertura económica de China.

Señaló que el incremento de la demanda externa de bienes industriales fue correlativa al crecimiento del contrabando y de las importaciones formales de prendas de vestir (nuevas y usadas).

Lamentó que industrias de gran aporte en el desarrollo industrial como Forno, Soligno y Said, que en el periodo de la Guerra del Chaco fueron baluartes proveyendo vituallas y uniformes, iniciaron un proceso de cierre gradual a partir de la apertura económica.

Desafíos

La CNI en su propuesta de Política Industrial esbozada en 2019 definió su objetivos y visión de cara al periodo 2020 -2030.

“Desde la Cámara Nacional de Industrias consideramos que el futuro de la Industria en Bolivia estriba en realizar el salto cuantitativo del actual coeficiente de industrialización del 16% al 25% hacia el 2030 y transitar hacia la industria 4.0 que fortalezca la productividad, las cadenas de valor local y la inserción internacional con productos de alto valor agregado con el sello “Hecho en Bolivia”.

Blazicevic señaló que hoy, el sector industrial contribuye con el 17% de las recaudaciones tributarias, genera el 9,1% de la población ocupada, representa el 42% de las exportaciones, demanda el 18% del crédito bancario, participa con el 10% de la inversión privada total, concentra el 11% de las empresas formales, consume el 51% del gas natural y el 25% de la energía eléctrica.

Efectos de la pandemia

La CNI, en su Informe Anual de Evaluación de la Industria – 2020, señaló que producto de los efectos de la pandemia del Covid-19 en 2020 (a septiembre) se experimentó una caída de la tasa del crecimiento del PIB industrial de -11,9% cuando en 2019 se llegó a 3,19%, una reducción de 15 puntos porcentuales, la mayor crisis económica industrial de los últimos 40 años.

La CNI ha planteado su propuesta de Política Industrial 2020-2030, donde se esbozan 27 propuestas de políticas públicas para alcanzar un coeficiente de industrialización superior al 25% con tasas de crecimiento superior al 7%.

Según Blazicevic, se debe industrializar el país como un camino a la diversificación y a la sostenibilidad del crecimiento económico de Bolivia. Por ello, la estrategia de desarrollo que plantea la CNI como propuesta de Política Industrial recoge una batería de políticas públicas que hacen tanto a la macroeconomía, como a las respuestas específicas que requiere la industria nacional, así como al alineamiento de las políticas comercial y laboral.

IP/MP

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