-Las medidas de bioseguridad deben estar presentes en todos los actos religiosos. Ahora el pedido de gran parte de la población es salud.

Carlos Andrés Torrico

Innovapress, 2 abr 2021.- Por segundo año consecutivo Bolivia vive Semana Santa aquejada por la presencia del mortal virus, pero lo ponderable, desde todo punto de vista y es el común denominador, la fe que deposita la población en Dios para que pueda llevarse la enfermedad del coronavirus.

Ahora, la gente, por lo general, ya no pide por cuestiones económicas ni porque se materialicen algunas necesidades, la población le pide al Creador, salud.

Roxana Flores tiene 42 años, es madre de familia de dos hijos de 13 y 10, cerró la puerta de su habitación, se arrodilló al lado derecho de su cama y comenzó a orar.

“Ahora pido salud, protección para que se lleve, ya termine esta pandemia, que Dios, solo él nos siga cuidando”, indicó. También pidió, salud para su familia. “Hay que pedirle a Dios que nos brinde salud, para que no nos de este virus. Solo Dios puede ayudarnos. Cuando uno confía a Dios, todo va bien. Lo primero es el Señor”, fue la última frase que dijo Roxana.

A Roxana la experiencia religiosa la había ayudado a encontrar el consuelo y la fuerza, para seguir luchando por sus hijos. “Sin Dios no podemos vivir”, dijo.

Alejandra Ticona, estudiante de 24 años, catequista de un colegio católico, también recibía el mensaje de amor de Dios en su corazón. Ella no tenía pensado visitar las iglesias, como lo hacía antes con sus padres, porque ahora estos se encontraban enfermos, después de haber padecido Covid-19. En su caso, a pesar de estar desempleada, no deseaba dinero, sino que sus padres recobren sus energías para seguir adelante. Ella pidió por salud.

“Mis alumnos que están haciendo su confirmación me comentaron que están pidiendo por sus papas porque temen que se enfermen. Cuando uno de ellos me dijo que quisiera que Dios cure a todos, algo dentro de mí se rompió y lloré un poquito”, afirmó Alejandra.

En plaza Murillo, el sacerdote católico y rector de la Catedral Metropolitana Nuestra Señora de La Paz, Hugo Trujillo, explicó que se celebrará la “Misa de la Cena del Señor”, con algunos cambios por bioseguridad, entre ellos, la costumbre del lavatorio de los pies que fue cancelada, la asistencia presencial a las iglesias está regulada y todos deben portar mascarillas, comunicó.

La máxima autoridad de la catedral, Trujillo, destacó que este tiempo se debe compartir con fe, de acuerdo a la Palabra de Dios, y continuar con las medidas de bioseguridad y no bajar las manos.

Tras las palabras del sacerdote, todo parecía haber quedado en silencio en el Kilómetro 0 de la siempre transitada plaza.

Don Víctor, vendedor de dulces de más de 60 años, rememoró, mirando a las puertas cerradas del templo de La Merced, cuando junto con sus hijos, años pasados, visitaba varias iglesias en procesión. “El año pasado tampoco visité las iglesias, pero en casa hemos rezado juntos porque no sabíamos qué pasaría, no podíamos salir a vender, ahora le pido a Dios salud”, dijo.

Insistió “que solo Dios se puede llevar el virus”.

En los hogares paceños, los actos religiosos -en muchos casos- se seguían por redes sociales, televisión y radio, principalmente.

El Viernes Santo se conmemora la crucifixión de Jesús. El Sábado Santo se rememora la soledad de María, tras la sepultura de Jesús. El Sábado Santo es un día de luto. Y el Domingo Santo, conocido como Domingo de Pascua, es la celebración de la resurrección de Jesucristo.

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