Iglesia Católica revela que Adriana Salvatierra eludió asumir la Presidencia de Bolivia en sucesión constitucional en 2019

-Ese 12 de noviembre se debatió, primero, que el nuevo presidente del Estado sea elegido entre los legisladores del MAS o, segundo, que asuma el senador de Víctor Hugo Zamora. Susana Rivero también eludió y, por ello, renunciaron.

El secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana, Diego Plá, en la lectura de la memoria sobre los hechos de 2019/ Foto: agencia APG

Innovapress, 15 jun 2021.- En un documento memoria elaborado, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) expresó este martes que la exsenadora del Movimiento Al Socialismo (MAS), Adriana Salvatierra eludió su responsabilidad de la sucesión constitucional en noviembre de 2019 al haber renunciado a la Presidencia del Senado en ese entonces.

La posición de la CEB se da en momentos en que la Fiscalía investiga el denominado caso golpe de Estado. Es un informe-memoria de 25 páginas. “Con el objetivo de que se conozca la verdad y de ahí se reconstruya la unidad nacional”.

El documento resume lo ocurrido entre octubre de 2019 a enero de 2020. Lo hacen porque argumentan estar “preocupados por los distintos informes que circulan”.

Según la Iglesia, el debate se inició desde el 10 de noviembre luego de la renuncia del expresidente Evo Morales y del exvicepresidente Álvaro García Linera.

De acuerdo al documento, en esa reunión con mediadores y actores políticos, las representantes del MAS (Salvatierra, Susana Rivero y Teresa Morales) anticiparon que no aceptarían en la Asamblea Legislativa la renuncia de Evo Morales (que ya estaba asilado en México) y que no apoyarían a la entonces senadora Jeanine Áñez para que asumiera.

En ese marco, el informe señala que la delegación del MAS planteó dos alternativas: Primero, que el nuevo presidente del Estado sea elegido de entre los asambleístas del MAS y segundo, que asuma la presidencia de esa instancia camaral, el senador de oposición Víctor Hugo Zamora.

Los prelados consideraron que esas propuestas fueron cuestionadas por ser inconstitucionales y que, frente a ello, se recordó a los participantes que las reuniones no eran para tomar decisiones, sino para proponer salidas a la conflictiva situación, provocada por el vacío de poder en medio de las revueltas sociales.

En ese marco, surgieron otras alternativas, entre ellas, que asumiera la Presidencia la senadora Adriana Salvatierra (pese a que ya había anunciado su renuncia públicamente) o la diputada Susana Rivero. “Pero ellas se negaron alegando que sus vidas corrían peligro”.

En la otra opción se planteó sugerir a la Asamblea Legislativa dispusiese la sucesión constitucional de Janine Áñez para asumir la Presidencia. Ella entonces era vicepresidenta segunda del Senado.

Ante el diálogo infructuoso, según la Iglesia, “la senadora Salvatierra pidió una reunión a puerta cerrada, misma que se realizó con ella, la diputada Susana Rivero (del MAS), Óscar Ortiz (de Demócratas) y monseñor Eugenio Scarpellini, como garante del diálogo, cuyo contenido no se dio a conocer”.

El documento refiere que, tras dicha reunión a puerta cerrada, se reinició la “reunión general” y las representantes del MAS aseguraron la participación de su bancada del MAS en la sesión de la Asamblea Plurinacional, esa tarde del 12 de noviembre, en la cual reconocerían a Jeanine Áñez como presidente de la Cámara de Senadores y en consecuencia Presidente del Estado.

Agrega que, al concluir la reunión, “la senadora Adriana Salvatierra se acercó a los facilitadores y los invitó a la sesión de la tarde, en la Asamblea Legislativa Plurinacional”.

No obstante, la Iglesia lamentó que entonces “la bancada del MAS no cumplió el acuerdo alcanzado durante las reuniones de diálogo y no se presentaron en la sesión de la Asamblea Legislativa”.

“Se habló por teléfono varias veces con la senadora Salvatierra garantizándole total seguridad para su presencia, siendo que ella alegaba correr peligro, pero no aceptó. Se le envió un coche del cuerpo diplomático para recogerla, pero no accedió a hacerse presente en el hemiciclo”, afirma.

También menciona que esa tarde, “los facilitadores sostuvieron una reunión sorpresiva con la senadora Jeanine Añez, a invitación de ella, en la que se habló sobre la salida constitucional que se había dialogado, en procura de que se posibilite la pacificación del país y la convocatoria a nuevas elecciones. Ella manifestó que estaban viendo soluciones a la situación, con paciencia, pero si los diputados y senadores no se presentaban, estaban esperando una confirmación del Tribunal Constitucional”.

Más tarde, ese mismo día, el documento señala que se llevó delante el acto en el cual fue investida la senadora Jeanine Añez Chávez, como nueva Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.

“Se entiende que la reflexión de los asambleístas que asistieron fue que no puede haber un vacío de poder y que la senadora Añez debía sujetarse a la Constitución Política del Estado, en su art. 169, toda vez que era la presidente en ejercicio del Senado en ese momento. En virtud de todo ello y de que la Declaración Constitucional 003/2001 del Tribunal Constitucional, indica que, en caso de vacío de poder, se realiza la sucesión constitucional ipso facto; es decir, sin necesidad de ningún otro formalismo, procedieron a la investidura”, dice el documento.

IP/MP

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