-El “caporalazo” matizó el centro paceño de color, gritos, saltos y ritmos coreográficos de esta expresión genuinamente boliviana.

Innovapress, 19 sep 2021.- Más de 500 danzarines se dieron cita por gran parte del centro de la sede de Gobierno en el denominado “caporalazo”, que buscó reivindicar el origen de esta expresión folclórica como cien por ciento paceña y boliviana.

Los bailarines cubrieron gran parte de la principal vía entre las avenidas Mariscal Santa Cruz y la 16 de Julio, más conocido como el Prado paceño, para demostrar diferentes coreografías de esa magnífica expresión cultural del acervo boliviano.

La actividad fue presidida por el alcalde Iván Arias quién con un traje de caporal expresó que “así como el tango es argentino, este acto busca decirle al mundo que el caporal es paceño, pero ante todo boliviano, ese es el objetivo y por eso ahora como han entrado vamos a salir a la plaza del Estudiante bailando con fuerza, bailando con amor, bailando con pasión”, dijo.

Añadió que se gestionará con la Asociación de Conjuntos Folklóricos de Oruro la defensa de la Diablada y explicó que el martes se reunirá con la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder para ver si finalmente se realiza la entrada en 2022.

El secretario municipal de Culturas, Rodney Miranda, también se vistió de caporal, recordó que esa dependencia trabaja en un plan de salvaguarda de las danzas bolivianas y aprovechó la oportunidad para agradecer a los hermanos Estrada por estar en el acto de reivindicación.

“Queremos mostrar estas danzas hoy, el caporal es boliviano y tenemos el gusto de tener entre nosotros a los hermanos Estrada, creadores del caporal gracias a ellos estamos bailando esta danza. Agradecer también a los bordadores, las bandas y a todo lo que conlleva la reactivación del sector cultural”, afirmó Miranda.

Calificó el evento como un suceso histórico y agradeció a los bailarines que participaron, bandas de música y fraternidades del caporal que salieron en defensa de la danza.

Los orígenes de esta danza se atribuyen a la familia Estrada-Pacheco de La Paz, que se inspiró en el personaje del caporal de la saya.

La saya es un ritmo de la región paceña de los Yungas, que se concentra una importante población afrodescendiente, y que muestra la relación de los capataces con los esclavos.

El caporal en concreto se caracteriza por saltos, giros, zapateos de tacón y vistosas coreografías sincronizadas que, en el caso de los varones, relucen gracias a un vestuario plagado de lentejuelas y bulliciosos cascabeles en las botas.

En mayo de este año se anunció la conformación de un comité de salvaguardia de danzas como y el caporal y la morenada ante un incidente con Perú que declaró como Patrimonio Cultural de Puno esta última danza.

El 14 de junio de 2011, el Gobierno mediante la Ley 137 declaró como Patrimonio Cultural e Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia al Caporal.

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