La CIDH observa dificultades en la cohesión social y secuelas de la crisis de 2019

  • En su diagnóstico recalca que la población desconfía en todo el sistema de Justicia que es algo que urge resolver.
La visita de la CIDH a Bolivia en 2023/ arch

La Paz, Innovapress, 14 mar 2024.- En su informe sobre la visita in loco a Bolivia en 2023, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) observa dificultades en la cohesión social y las secuelas de la crisis de 2019, no obstante, hay avances en inclusión social.

Se trata de un informe de 222 páginas: “Cohesión social: el desafío para la consolidación de la Democracia en Bolivia”, el organismo internacional aborda los avances y desafíos de los derechos humanos durante los últimos 17 años.

“Bolivia continúa enfrentando un profundo desafío para lograr la cohesión social en un Estado diverso”. Y la principal tarea debería ser la construcción de una ruta crítica con “la articulación de la diversidad de actores políticos”.

Destaca que desde 2006, “Bolivia ha experimentado una serie de importantes transformaciones sociales basadas en reclamos históricos”, recuerda.

“Estas (transformaciones) fueron recogidas en la Constitución Política del Estado, de 2009, que introdujo un amplio catálogo de reconocimiento de los derechos humanos con perspectiva de descolonización, despatriarcalización y garantía de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales”, complementa.

El documento es resultado de la visita de la CIDH a Bolivia el 27 y 31 de marzo de 2023.

Examina que Bolivia “ha realizado transformaciones sustanciales para el reconocimiento y garantía de los derechos humanos que incluyen avanzadas protecciones constitucionales y una serie de políticas públicas destinadas a la atención de las poblaciones en situaciones históricas de vulnerabilidad”.

“Esto -señala- ha resultado en la disminución de la pobreza y la exclusión social, particularmente, en áreas rurales. Los índices económicos reflejan una reducción de las desigualdades en Bolivia desde 2005, particularmente en las áreas rurales del país”.

Igualmente, “sumado a ello, existe un compromiso estatal contra patrones históricos de discriminación”.

Medita como “urgente” la atención de desafíos “derivados de las distintas versiones sobre la realidad histórica reciente en Bolivia”.

Aquí es necesario abordar “específicamente, la narrativa derivada de la crisis electoral de 2019”, que, en criterio de la CIDH, “continúa representando amenazas serias a la cohesión del tejido social”.

“La división entre quienes consideran que existió un fraude y quienes consideran que existió un golpe de Estado es la causa más visible de la polarización política, que ha llevado a un distanciamiento afectivo entre sectores significativos de la población”, advierte.

Justicia

La CIDH considera que el Estado no puede demorar en las transformaciones estructurales en el sistema de justicia en Bolivia.

“La población boliviana, en toda su diversidad, desconfía profundamente del Órgano Judicial”, expone.

Advirtió que el sistema penal es percibido como “una herramienta al servicio de intereses políticos, independientemente del partido o movimiento político que se encuentre ejerciendo el poder de turno”.

Lamenta el incipiente consenso entre distintas fuerzas políticas y sociales sobre la necesidad de una reforma al sistema de justicia.

IP/RDC

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