La Paz, 28 de abril de 2024
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Bolivia no olvida a los mineros caídos a 56 años de la masacre de San Juan (video)

Los centros mineros de Catavi y Siglo XX, en 1967, sufrieron las consecuencias de los regímenes militares. Era presidente, René Barrientos.

Los mineros del Norte de Potosí fueron víctimas de la represión militar/ Fotos: tomas de Internet

Por Marcelo Padilla

La Paz, Innovapress, 23 jun 2023.- Uno de los capítulos oscuros que le tocó vivir al país, sin duda fue el de la masacre de San Juan, un antecedente de que Bolivia no debe permitir más golpes de Estado, golpes de militares y afianzar su proceso de convivencia democrática. A 56 años de esos luctuosos sucesos, el país no olvida a los más de 20 muertos y más de 70 heridos a causa de la bala militar.

Era 1967, el presidente de facto era, René Barrientos Ortuño, quien se encargó de acallar voces opositoras, que tenía una fuerte tendencia antipopular en una eminente obediencia al gobierno de Estados Unidos que pretendía evitar la expansión de la izquierda en Bolivia.

Barrientos estaba seguro que desde los centros mineros se estaba gestando un movimiento guerrillero, junto al del comandante Ernesto “Che” Guevara; el sector minero siempre fue la vanguardia de las luchas reivindicativas de derechos y de resistencia a las políticas derechistas.

También era evidente que la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), un poderoso ente sindical en ese entonces, con epicentro en las poblaciones de Siglo XX y Llallagua, había manifestado su simpatía con el movimiento encabezado por el “Che”, y algunos dirigentes llegaron inclusive a plantear un apoyo material destinado a sostener a los rebeldes que habían sido descubiertos cuando preparaban una campaña militar a mayor escala.

René Barrientos Ortuño

De esa forma, el gobierno de Barrientos había denunciado un plan desestabilizador del país originado en el movimiento guerrillero encabezado por el “Che” Guevara y los mineros.

Ante ello, poco antes de las cuatro de la madrugada, las tropas armadas comenzaron a ocupar, a plan de bala, los campamentos mineros donde los trabajadores de interior mina, sus familias y vecinos celebraban San Juan alrededor de fogatas.

Mientras los mineros y sus familias se encontraban descansando luego del festejo del solsticio de invierno alrededor de las fogatas, fueron sorprendidos por los disparos de los militares que dejaron una veintena de muertos y unos setenta heridos, escribiendo en las páginas la decisión de acallar el grito de justicia y reivindicación minera.

Posterior a la masacre se siguió con la persecución y despido de los “agitadores”.

Muchos fueron capturados, otros se refugiaron en el exilio, las viudas y los huérfanos fueron expulsados de los campamentos y la masacre de San Juan quedó en la impunidad.

Sin embargo, 56 años después, este hecho ha trascendido y forma parte del testimonio de lucha del sector minero por las reivindicaciones y el clamor de justicia para el pueblo boliviano.

Las reivindicaciones de las y los trabajadores mineros estuvieron marcadas por luchas sociales, las más recientes fueron las masacres de Senkata y Sacaba de 2019.

IP/RDC

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